27 de octubre de 2009

Calambur.

Detenerse, por placer... no por rendirse, no por  miedo, ni por falta de camino...
Detenerse un instante, mirar por la ventana, mirar el cielo, mirar por mirar, mirar alrededor, mirarse también...descubrir/reconocer lo imperceptible... un cielo nublado, casi blanco, poderoso y confundido... cajones abiertos, marcas en el espejo, colores, muchos colores (fucsia, verde, blanco, rosado, azulcafé y más) por cierto, que bellos que son los colores, los colores revueltos, los colores combinados, los colores (dicen) que dan vida... ehm yo no sé.
Detenerse ahora y escuchar esa canción que suena en el reproductor, un perro ladrando, el motor de un auto a lo lejos, el canto de los pajaritos al atardecer, ¿qué estarán diciendo los pájaros?... escuchar el sonido del viento, mi respiración, en silencio... disfrutar de ese pequeño instante de silencio.
Detenerse a pensar y sentir... de todo y nada a la vez... que ambivalencia... así es... detenerse sólo un momento (que el mundo no puede parar... pero si lo quieres, tú si te puedes detener un instante). Y como dije al comenzar... detenerse y de tenerse, por placer.




No hay comentarios: