Lo primero que diré, es que nunca he sido de las que andan con el vestido de novia en la cartera, y quienes me conocen lo saben muy bien, de hecho hasta hace pocos años, nisiquiera lo vislumbraba como una opción para mi.
Ultimamente me he hecho una pregunta ¿Qué les pasa a los hombres con el matrimonio? Hay como una fijación con el tema, o por lo menos con los que me rodean, y lo más irónico es que no sucede lo mismo con las mujeres. Les voy a contar algunos ejemplos:
Primer Caso (25): Este sujeto, no tenía buena suerte en el amor, por lo general las cosas no le resultaban, pero sucedió que conoció una chica, se dieron las cosas, empezó a pololiar, un mes y... le pidió matrimonio, así sin más. Sin darse tiempo a conocerse, a pensarlo, a saber realmente si son compatibles, y que sé yo todas esas cosas que se deberían analizar para que no hubiesen tantos divorcios en el mundo xD
Segundo Caso (23): Hace unos meses reapareció en mi vida un viejo conocido, no diré amigo, porque él es de esos sujetos que tú sabes que les gustas de siempre, y que esperan encontrarte con "la guardia baja para servir de paño de lágrimas" o algo más, las chicas saben a que me refiero. Empezamos a frecuentarnos, todo en un clima grato, divertido y con sus coqueteos, como es de esperar. Sucede un día que estabamos hablando de que aunque pase un lapso largo de tiempo sin vernos, al retomar el contacto, parece que nunca se hubiese cortado, y así trivialmente empezamos a sacar cuentas de hace cuantos años nos conocíamos, de que estabamos haciendo en ese momento, y en que estabamos ahora, y yo trivialmente comento: entonces la próxima vez que nos veamos vas a estar casado y con hijos..." y me río. El se descontrolo y dijo: no me voy a casar, no me voy a casar, no me voy a casar, no me voy a casar... (lo dijo en un tono de voz que incluso podría hacer dudar de su virilidad y con un convencimiento tremendo). Y yo lo tomo del brazo y le digo, bien, tranquilo... Y él se empezo a explayar en el tema, pero después de esa reacción para que entrar en detalles.
Tercer caso (29): un sujeto que conocía hace poco, nos divertíamos y nunca tocamos el tema de comopromiso (con esto me refiero a ponerle nombre a la relación), estabamos un sábado en la noche bailando, riendonos, bromeando, etc. y de pronto empieza a decirme esas palabras típicas de conquista, esas frasesitas para el bronce: tu mirada tiene luz, eres la chica más linda, me cambiaste la vida, eres tan especial y blah blah blah, tú vas a ser mi mujer, la madre de mis hijos (yaaaaaaaaaaaaaa o sea, aqui si que me reí, ¿que onda? si sólo estabamos bailando). Más tarde como es de esperar, me dijo que en realidad no estaba en sus planes el matrimonio, que sus convicciones, que tenía que vivir la vida, etc, etc, etc. Y a mí que? si fue él, el que sacó el tema, es a él a quien le importa, yo solo quería bailar!
Ahora juzguen uds. no sé si será un hecho aislado, pero les dejo mi evidencia personal.
Ultimamente me he hecho una pregunta ¿Qué les pasa a los hombres con el matrimonio? Hay como una fijación con el tema, o por lo menos con los que me rodean, y lo más irónico es que no sucede lo mismo con las mujeres. Les voy a contar algunos ejemplos:
Primer Caso (25): Este sujeto, no tenía buena suerte en el amor, por lo general las cosas no le resultaban, pero sucedió que conoció una chica, se dieron las cosas, empezó a pololiar, un mes y... le pidió matrimonio, así sin más. Sin darse tiempo a conocerse, a pensarlo, a saber realmente si son compatibles, y que sé yo todas esas cosas que se deberían analizar para que no hubiesen tantos divorcios en el mundo xD
Segundo Caso (23): Hace unos meses reapareció en mi vida un viejo conocido, no diré amigo, porque él es de esos sujetos que tú sabes que les gustas de siempre, y que esperan encontrarte con "la guardia baja para servir de paño de lágrimas" o algo más, las chicas saben a que me refiero. Empezamos a frecuentarnos, todo en un clima grato, divertido y con sus coqueteos, como es de esperar. Sucede un día que estabamos hablando de que aunque pase un lapso largo de tiempo sin vernos, al retomar el contacto, parece que nunca se hubiese cortado, y así trivialmente empezamos a sacar cuentas de hace cuantos años nos conocíamos, de que estabamos haciendo en ese momento, y en que estabamos ahora, y yo trivialmente comento: entonces la próxima vez que nos veamos vas a estar casado y con hijos..." y me río. El se descontrolo y dijo: no me voy a casar, no me voy a casar, no me voy a casar, no me voy a casar... (lo dijo en un tono de voz que incluso podría hacer dudar de su virilidad y con un convencimiento tremendo). Y yo lo tomo del brazo y le digo, bien, tranquilo... Y él se empezo a explayar en el tema, pero después de esa reacción para que entrar en detalles.
Tercer caso (29): un sujeto que conocía hace poco, nos divertíamos y nunca tocamos el tema de comopromiso (con esto me refiero a ponerle nombre a la relación), estabamos un sábado en la noche bailando, riendonos, bromeando, etc. y de pronto empieza a decirme esas palabras típicas de conquista, esas frasesitas para el bronce: tu mirada tiene luz, eres la chica más linda, me cambiaste la vida, eres tan especial y blah blah blah, tú vas a ser mi mujer, la madre de mis hijos (yaaaaaaaaaaaaaa o sea, aqui si que me reí, ¿que onda? si sólo estabamos bailando). Más tarde como es de esperar, me dijo que en realidad no estaba en sus planes el matrimonio, que sus convicciones, que tenía que vivir la vida, etc, etc, etc. Y a mí que? si fue él, el que sacó el tema, es a él a quien le importa, yo solo quería bailar!
Ahora juzguen uds. no sé si será un hecho aislado, pero les dejo mi evidencia personal.
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